El esquema de la Trinidad se aprecia tanto en el cristianismo como en la religión Yoruba. Consiste en tres manifestaciones que provienen del mismo Ser espiritual. Olorum, Olodumare y Olofin componen dicho esquema dentro de la Santería.
Por medio del sincretismo, se infiere que la figura de Olofin representa para esta religión, a Jesucristo, debido a que ambos tienen acciones y características similares, tales como la creación del plano existente.
Para descubrir quién es exactamente Olofin, su historia, importancia, entre otras cosas, solo debes seguir leyendo este breve artículo.
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¿Quién es Olofin?
Olofin u Olofi como también se le conoce, constituye a una de las representaciones del más grande Dios de la religión Yoruba, es decir, Olodumare. Es el primogénito de este Dios. Resulta imposible obtener algo sin su mediación. Ya que juega un rol de intermediario entre los Orishas y los asuntos que tengan que ver con la tierra y la humanidad. Esto se debe a que posee autoridad sobre estas deidades, donde Olofin es el líder.
Su nombre se entiende como «Dueño del palacio». Lo que quiere decir, que el cielo es su hogar, mientras que los Orishas son la familia que lo acompaña. Fue el quien distribuyó el ashé que le correspondía a cada Orisha y mantiene a salvo los secretos de la creación. Por lo que puedes imaginar cuán importante y poderoso es esta representación del Dios supremo.
De hecho, su poder y contacto directo no se le permite a cualquiera. Está muy bien resguardado y solo se le permite a muy pocos sacerdotes. A pesar de tener que regir a los Orishas, a este se le considera encarnación de la divinidad absoluta y la creación. Por otra parte, fue él quien permitió que el profeta de Orunla se acercase a la tierra para profesar.
Historia
Toda Dios tiene una historia y Olofin no es la excepción. Cuenta la leyenda que este nació de la nada, convirtiéndose en la tercera consagración de Olorum. Una vez ya manifestado, el mundo se encontraba habitado exclusivamente por los Orishas. Mientras esto sucedía, Obatalá era el encargado de crear a las personas, estos seres humanos iban hasta el paraíso sin impedimento alguno.
En algún punto de la existencia, una pareja tomó la iniciativa de visitar el palacio donde reside Olofín, en el cielo. Todo esto con la finalidad de hacerle un pedido, el poder o ashé de la reproducción. El Dios quedó desconcertado ante tal petición, por lo que se tomó un tiempo para reflexionar sobre eso. Cuando emitió la respuesta a la pareja, estos aceptaron sin titubear, ya que la deidad les propuso que podían gestar a un hijo. Pero esto bajo la condición de que cuando naciera, este no podía pasar los límites de la tierra.
Sin importar la dura condición, los padres esperaron ansiosos el nacimiento del niño. Este fue creciendo, y sus padres fueron cuidando de él, pero resultó ser un bebé excesivamente malcriado e inquieto. Sin embargo, esto eventualmente les traería consecuencias, ese día llegó, y el niño huyó de sus figuras paternas, atravesó el espacio, llegando donde Orun reina.
Debido a su carácter infantil, comenzó a hacer mofas de los Orishas, burlándose y haciendo fechoría. Como consecuencia de sus actos, Olofín, que observaba aquella escena desde largas distancias, aprehendió contra él con su bastón, con tal fuerza que la tierra y la atmosfera fue separada de Orun.
Desde entonces, los humanos desperdiciaron el chance de visitar el palacio de Olofin en el edén y a su vez, el contacto directo con los Orishas. Esta es la historia más representativa de Olofin, puesto que se aprecia las dos facetas que tenía la deidad, desde una figura autoritaria capaz de reprender a quien falte o rompa las leyes naturales hasta aquel Dios comprensivo ante situaciones pocos favorables de la humanidad.
Hijos de Olofin
Olofi procreó tres (3) hijos, llamados Achama, Achamaruma, quienes eran mayores. El menor llevaba por nombre de pila Eyokile. Existen diversas historias sobre este trío de hermanos, o Patakíes como se le conoce dentro del idioma Yoruba.
Uno de los más conocidos es cuando cada uno de ellos contaba con la edad suficiente para valerse por si solos y comenzar a laborar. Por lo que su padre exclamó «Ustedes tienen la edad y capacidad para trabajar, así que aquí tienen tres machetes, uno para cada quien».
Aquello era lo único que sabían realizar, cortar palma. Fueron calificados como desmochadores. Mofa le había dicho a Eyokile que hiciera un ebbó. Es decir, una ofrenda o ceremonia con su machete, y así hizo el menor de los hermanos. En los siguientes días, los hermanos mayores al llegar a casa respondían que el menor se quedaba durmiendo. Dando a entender que ellos eran los únicos que laboraban, cosa que resultó falsa.
Ya que Eyokile eventualmente por no tener machete para trabajar, consiguió una una pluma de loro, objeto que su padre anhelaba tener pero no lo había logrado. Al enterarse de este hallazgo y de que su hijo menor había estado trabajando a mano limpia, este se compadeció de él, y se dirigió a sus otros primogénitos como envidiosos.
Tras el merecido reconocimiento que llevo el menor de los tres hijos, Olofin lo exhortó a que gritara a todo pulmón en la calle la siguiente frase: «Tani lobba, logguo mo addpa ologuó, addá aricha» cuyo significado se entiende como «El machete que blande en mis extremidades fue el que me hizo mandar y este machete es de la deidad Osha».
Este patakí (historia breve) nos muestra mediante detalles cómo es la relación familiar que llevaba Olofin con sus hijos y nos deja una lección moral sobre menos preciar el trabajo de las demás personas y la envidia.
Oración a Olofin
El Ser supremo de Olofín solo acude al llamado de los conocidos babalawos, o tambíen llamados sacerdotes de Ifá. Donde se crea un vínculo entre ambos, realizando obras puntuales que solo el sacerdote conoce, ya que son secretas.
Las oraciones que se le rinden a Olofin suelen ser especificas. Porque las personas tienen siempre presente que se trata de una entidad especial, divina e infinita. No es una tarea sencilla, por eso los rezos y ceremonias son especiales. Tratan de alguna forma mostrar la gran devoción que sienten hacia esta entidad.
La persona o en este caso el Babalawo que recibe a Olodín, mediante la letra del mismo comprenderá la veneración necesaria para mantener al santo por largo tiempo. La oración principal si se quiere venerar correctamente a Olofin, es la siguiente del idioma Yoruba:
«Si, Olokun, Olofin, Olodumare»
La oración está diseñada para ser repetida múltiples veces. Ya que tiene como finalidad conseguir la invocación o manifestación de la deidad a través de Olofin. Cuando se realice, es recomendable estar invocando su presencia contar con tambor, cánticos y todo aquello que aporte emoción.
Ofrendas
Al igual que en la mayoría de religiones, los actos conmemorativos son importantes. La religión Yoruba no está exenta e incluso son una parte fundamental de la misma. Esta ceremonias deben realizarse desde con respeto ya que te estarás dirigiendo al Orisha que desees contactar.
Cada Orisha y Dios tienen gustos diferentes. En el caso de Olofín, le gusta recibir obsequios tales como alcohol, tabaco, y un coco roto en nueve pedazos, lo cual indica la señal de los no-vivos. Sumado a esto, puedes colocar café y pimienta en la parte trasera de tu hogar (si posees), pero nunca dentro. Con estos ingredientes finales debes realizar una figura y colocar los primeros elementos ya mencionados dentro.
Si se sacrificará a un animal como ofrenda para Olofín, este debe ser colocado de igual forma dentro del circulo de pimienta y café. Sin embargo, unos días antes deberás de haber colocado carne o comida en su estado natural (cruda) y cualquier otra comida cocinada sin sal.
El último paso, que sería la conexión directa con Olofín, debe ser cuando se le ofrezca un vaso de agua, acompañado de ron y un tabaco. Las ceremonias deben realizarse con base en el Orisha, por lo que al momento de realizar la ofrenda hay que ser muy precavidos. Se debe respetar ante todo la vestimenta para la ocasión, es recomendable utilizar sus colores principales, blanco, amarillo y rara vez el color rojo.
Collar de Olofin
A diferencia de los demás Orishas, Olofín es una deidad particular, por lo que este no es representado mediante collares u otro accesorio. En cambio este tiene un receptáculo, es decir, un recipiente con forma cilíndrica que tiene como finalidad contener una sustancia en específico. Generalmente está hecho de metal y su color es blanco.
En lineas generales, se puede apreciar la importancia de esta deidad dentro de la religión Yoruba. Si lo llevamos a la religión católica, se sincretiza con el Espíritu Santo. Debido a que es una de las representaciones de lo que la religión Yoruba considera el Dios más grande, mejor conocido como Olodumare. Esto es importante pues no se trata de cualquier otro Orisha, sino la tercera parte de una deidad superior al resto.
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